Para volver al Sumario hacer CLICK ACA

domingo, 13 de noviembre de 2011

MOYANO Y LOS LÌMITES DEL PENSAMIENTO POLÌTICO

Por Gabriel Merino


Propongo al lector un primer desafío: piensen por un minuto, en torno a “Moyano” y el proyecto ALCA (Area de Libre Comercio para las Américas) impulsado por los Estados Unidos para profundizar el dominio sobre Nuestra América. Les es posible pensarlo? Encontrar en su cabeza información? Cruzar  el “ALCARAJO” de Chávez en Mar del Plata 2005 con la imagen de Moyano? Difícil, no? Podrían contestarme, como algunos (muchos) que no existe relación alguna, que nunca se pronunció Moyano en contra (o a favor) del ALCA, que apenas quizás pudo haberlo hecho en vísperas de la cumbre de Mar de Plata o luego de la misma, y como forma de “seguir” cierta política para obtener beneficios sectoriales o, peor aun, personales: resultado casual del “toma y daca”, porque así piensa y actúa la gente como “él”, sin proyecto, sin ideales, sin espíritu, el puro pragmatismo, la pura negociación… la burocracia…  

Ahora veamos los siguientes extractos de una nota periodística surgida en el convulsionado abril de 2001, que describe los hechos transcurridos en una manifestación en contra del ALCA:

“Sólo dos grandes banderas, en la fachada del Cabildo, resguardaban el palco de los oradores: ‘ALCA-RAJO’ y otra que identificaba a las históricas 62 Organizaciones Peronistas.(…) Por los altoparlantes, el locutor anunciaba la adhesión de la diputada Elisa Carrió y del Polo Social del padre Luis Farinello y lanzaba consignas contra el ALCA: ‘Fuera los yankis de América latina’, ‘Latinoamérica para los latinoamericanos’, ‘Por la unidad latinoamericana que soñaron San Martín, Bolívar y Martí’” En ese marco, el orador principal y organizador del acto, se pronuncia: “Le decimos al Gobierno que no tome decisiones en contra de la voluntad del pueblo, porque el ALCA está pensado para explotar más al pueblo (…) el pueblo argentino no va a aceptar que nos quieran convertir en esclavos y vamos a pelear hasta las últimas consecuencias hasta derrotar al ALCA y a lo que nos pongan adelante (…) esta famosa Área de Libre Comercio es más una asociación ilícita perfectamente diagramada por los Estados Unidos para someter aún más a los pueblos de América latina” (Página/12, 7/4/2001)

El orador era Hugo Moyano y el acto era organizado por la CGT disidente. (En alguna instancia académica me afirmaron que no había constancia del pronunciamiento de Moyano, el MTA o la CGT disidente contra el ALCA…)  

El ejercicio es simple pero a la vez audaz, incluso “utópico”. Es un intento de problematizar con apenas un breve ejemplo un conjunto de prejuicios sedimentados geológicamente en el recorrido socializante, desde la cuna a la academia, sobre quienes tienen la tarea (y responsabilidad socialmente definida) de “pensar”. Especialmente cuando se trata de pensar-analizar-“valorar” el movimiento obrero organizado, sus conducciones, su accionar, sus luchas –reales, existentes.

Propongo que se haga el mismo ejercicio con otros ejes: el Movimiento Obrero Organizado y los 90’, el surgimiento del MTA, la crisis de 2001, el gobierno de Duhalde (el primer paro general con movilización contra su gobierno) y el Kirchnerismo. Sólo dejo otro dato que sirva para problematizar: una reconocida autora académica, “olvida” en una publicación científica (que seguramente pasó por las manos  de un reconocidísimo par evaluador), que la huelga general del 13 de diciembre de 2001 –la cual considera de gran importancia para entender la crisis de 2001— también estuvo convocada por las dos CGT además de la CTA (e incluso se olvida que la CGT disidente encabezada por Moyano hizo una importante movilización en contra de las intenciones de la CGT oficial, pero “recordar” ello sería demasiado). Una cosa es la interpretación, el análisis o la valoración, otra es el “olvido”, la invisibilización de un sujeto para construir un discurso.
   
Reflexionar en torno a la figura de Moyano constituye el desafío de pensar al movimiento obrero organizado y la política de invisibilización-delegitimación sobre el mismo más allá del personaje, sin pretender ser políticamente correcto, es decir, rompiendo los parámetros de legitimación/deslegitimación aun vigentes, que rápidamente brotan como marea catártica en los vericuetos del pensamiento intelectual. Moyano irrita, porque no permite fácilmente la condena del librepensador allí donde apenas se historiza y se analiza en base a hechos y no a fuerza de prejuicios, para luego realizar valoraciones. Ya quisieran muchos anular esa historia, que cae con un peso insoportable sobre las neo-construcciones de héroes populares, historias oficiales, mártires y demonios, para destrozar las invenciones al por mayor de algo que excede los límites del pensamiento políticamente correcto. Pero nuestro problema es otro, y creemos mucho más importante: dinamitar los sedimentos simbólicos que operan en la división del campo del pueblo, siendo uno de los más importantes que actúan sobre los “sectores medios” la demonización del movimiento obrero y de los dirigentes gremiales en general, sin discriminar, reproducida por izquierda y por derecha. 

Para algunos es tan visceral (clasista dirían otros, quizá no menos equivocados) que hacer un poco de historia y de memoria para comprender el presente les resulta rechazable, inaceptable, repugnante, moyanista



No hay comentarios:

Publicar un comentario